En los momentos duros es cuando te das cuenta que la
confrontación no sirve para nada, todos vamos a caer.
Pero también es cierto
que el mundo está lleno de “antis”: antifascistas, anticomunistas,
antitaurinos, antimadridistas, antibarcelonistas, antisistemas,...
Todo “antis” y pocos “pros”.
En un ejercicio práctico en clase con el mejor profesor de
la carrera me dí cuenta de que soy “antinada”, de que somos “antinada”. El
ejercicio consistía en calcular numéricamente que tipo de profesor llegaríamos
a ser de 7 posibles perfiles, unos más cercanos a objetivizar la educación al
máximo hasta el punto de no dejar pensar al alumnado y otros más afines al
aprender por uno mismo valorando de forma autónoma los avances de cada uno.
Como ya he dicho, entre medias había otros 5 perfiles.
El resultado personal fue que tenía características de todos
y cada uno de los perfiles de profesores y el global el mismo, estaba dentro de
la campana de Gauss.
Con esto quiero mostrar que toda esa gente que por oponerse
a otros se radicaliza hasta el extremo de decir que es “antialgo”, en algún
momento compartirá alguna idea de esas que en principio no entran en su cabeza.