lunes, 3 de junio de 2013

LA HERENCIA RECIBIDA


La "herencia recibida", ese término que está tan de moda actualmente cuando el Gobierno achaca todo los males de España a su antecesor en el cargo. Pero la "herencia recibida" no sólo se refiere a política, puede referirse a multitud de cosas, aunque al final todas desembocan en algo relacionado con política.

Antes de continuar, decir que para no tener que soportar una mala "herencia recibida" la única solución es crear algo de la nada, empezar desde cero. Y eso, sólo en escasas ocasiones es posible.

La herencia recibida puede ser gestionar una instalación deportiva que tú no hubieras ni construido de esa forma, también es lidiar con unas personas acostumbradas a unos privilegios que no tendrían porqué tener, a una pasividad que les deja actuar libremente cuando existen unas reglas que cumplir.

La herencia recibida es la forma de actuar y de comportarse de tu predecesor con sus clientes, trabajadores o compañeros en cualquier lugar, sea una empresa, un equipo, etc.

La herencia recibida es la cultura de la concesión de subvenciones y becas sin haber hecho todo lo que podrías haber hecho para merecerlas. No confundir con ayudas necesarias para iniciarse en un negocio, para subsistencia familiar, o para comprar material educativo (que no es gratis). 
No creo que las subvenciones tengan que ser el principal ingreso, ni en un Club ni en una Asociación, sino que deben considerarse como una ayuda extra aparte del presupuesto inicial planteado, un premio por el trabajo bien hecho. 
Tampoco creo que las becas para el estudio, al nivel que sea, deban darse a diestro y siniestro, sino que se deben primar los méritos académicos, incluso dar más a quien mejores notas saca. No se trata de que estudien los ricos y los pobres no, se trata de que estudien los que realmente valen para estudiar, tengan o no tengan los suficientes recursos económicos.

La herencia recibida es criticable, claro que sí, pero sólo cuando es desconocida antes de sustituir a tu antecesor. Es incomprensible conocer algo que consideras en mal estado, querer quedarte con ello, y cuando ves que no puedes mejorarlo echarle la culpa al anterior.

Luego, hay cosas mal hechas que no cambian porque "siempre se ha hecho así".