Os sonará a cerveza, claro que sí, lo es. Y también el lugar donde nació el brebaje. Una ciudad a mitad de camino entre Dublín y Cork, donde como en casi todas las ciudades de Irlanda, hay un castillo medieval, pero en este caso tiene algunas peculiaridades.
El Castillo de Kilkenny está incompleto, le falta una torre y uno de los lados, no por que se haya caído con el paso de los años, si no porque decidieron construirlo así. Quizá porque alguien caprichoso no quería dejar de ver algunas de las excelentes vistas de la zona desde su alcoba. En concreto se trataba de un castillo defensivo y principalmente recaudador de impuestos, su situación estratégica junto al Río Nore hacía que controlara todo el tráfico de mercancías y por supuesto, "recaudase" aquellas que allí consideraban necesarias.
Pero Kilkenny y sus calles tienen un encanto especial. Si decides visitarla, tienes que ir a Black Abbey por Abbey Street y cruzar los callejones entre St. Kieran´s Street y High Street.
Debes visitar sus 2 catedrales; St. Canice´s Cathedral (anglicana) y Saint Mary´s Cathedral.
Y se te va la cerveza, por 13€ tienes un Tour por las instalaciones de Smithwick´s o la opción de irte a un pub como Left Bank o la famosa casa de la bruja, Kyteler´s Inn. La fabrica de Kilkenny se la llevaron hace unos años a Dublín.
Kyteler´s Inn es sin lugar a dudas el lugar que no te puedes perder en Kilkenny, planea tu viaje como quieras pero ve allí a comer o a tomar algo y si hay sitio bájate a la planta de abajo. La historia cuenta que la dueña de la casa fue acusada de brujería y la verdad es que el aspecto de caverna del lugar no lo desmiente. Además, los hechos demuestran que ella pudo escapar a Inglaterra antes de ser capturada pero su criada no corrió esa suerte y fue quemada en la hoguera.
