lunes, 29 de julio de 2013

ES MÁS LO COMÚN QUE LO DIFERENTE

Así es, hasta los más opuestos que no se pueden ni ver y que creen que no podrían soportar parecerse en nada a sus archirivales tienen, han tenido o tendrán algo en común en algún momento.




En política podemos poner de ejemplo a izquierdistas declarados frente a fascistas de esvástica. En principio, mejor no juntarlos, ya que pueden saltar chispas, pero seguro que tienen algo en común si nos salimos de esas etiquetas que ellos mismos han interiorizado, o incluso sin salirse. Un día me encontré con esto en las fotos de Google.


Por otro lado podemos tener a los aficionados a los toros y su cultura contra los defensores a ultranza de los animales. Muchos de ellos forman parte de una misma familia pero mientras se respete lo que hace el otro no hay problema.

 

Unos enemigos más son los que repudian cualquier relación con la Iglesia pero que no tienen más rival que Rouco Varela o algún Cardenal, que hablan de más alguna vez que otra.


De todo hay en este mundo y de todo debe haber para que nos demos cuenta que todos somos iguales a la vez que distintos.

Dicho esto y habiendo comparado extremos, ¿qué decir cuando todo el mundo trata de oponer a unos y otros en aspectos de la vida cotidiana? Mal, muy mal.