rrhhdigital.com |
La atención, considerada como una capacidad del deportista cuya función es la de controlar y orientar la actividad del organismo de acuerdo con un objetivo determinado, puede presentar diferentes modalidades, que expondré más adelante.
Para diferenciar los 4 tipos de focos atencionales, debemos conocer que aspectos de la atención son los que más destacan para el deportista en cada situación, y estos pueden ser:
Atención amplia. Cuando nos referimos a varias cosas que tienen importancia para resolver la situación de juego.
Atención reducida. En este caso existe un único estímulo atencional; o dos muy simples.
Atención interna. El aspecto al que prestamos atención está en el pensamiento.
Atención externa. Cuando el estímulo es externo a uno mismo.
La unión de estás hace que nos podamos encontrar con 4 focos atencionales. Amplio-interno, amplio externo, reducido interno y reducido-externo.
El foco amplio interno se refiere a actividades en las que hay que controlar, a la vez, varias fases de un gesto, como es el caso de las disciplinas en las que nuestro éxito depende de la utilización de nuestro cuerpo, ya que es la belleza y la expresión de este lo que se valora (saltos de trampolín, gimnasia artística,…). En estas disciplinas la pérdida momentánea de la concentración, de la que hablaré después, podría llevar a fallar en el siguiente gesto o paso y perder la competición.
Hablamos de amplio externo cuando lo que ocurre depende de muchos jugadores tanto rivales como compañeros, por lo que se dará generalmente en los deportes colectivos (rugby, baloncesto, futbol, balonmano,…). Aquí la pérdida de concentración es más habitual y existen momentos en los que la atención no tiene especial relevancia.
El foco atencional reducido interno se da en deportes bastante simples en los que la técnica no es muy complicada y tan sólo se ha de tener en cuenta un aspecto importante. El caso más característico es el de la halterofilia, en la que deben prestar especial atención a su posición corporal (palancas, inclinación, sujeción de la haltera), antes de comenzar el levantamiento.
El foco reducido externo se da en situación en las que la técnica tiene bastante importancia y el objeto externo es un móvil; habitualmente, un balón. La actividad clásica de este tipo de foco es el lanzamiento de penalti, ya que, normalmente el que lanza sólo se fija en el lugar donde debe golpear para lanzarlo al sitio que ha decidido, sin tener en cuenta los movimientos del portero.
El mantenimiento del foco atencional es lo que llamamos CONCENTRACIÓN. Y en la mayoría de las ocasiones, la pérdida de la concentración se puede deber a distracciones internas (pensamos en otra cosa) tanto del pasado como del futuro, debido a la presión que genera la situación, a la fatiga o a una motivación no adecuada. También pueden existir distracciones externas a nosotros, ya sean visuales, sonoras o debidas a que el oponente las provoca.
Es sabido que el mantenimiento atencional no es continuo durante todo la práctica deportiva, sobre todo en deportes en los que hay mucha interferencia con aspectos externos, por lo que un competidor deberá entrenar y trabajar sobre las posibles distracciones internas de manera más concienzuda, sin dejar a un lado las externas (entrenamiento con público, con adversarios que intentan hacernos perder la concentración,…).
Bibliografía:
-Chillón, P. (2007). Análisis Comportamental del Rendimiento Deportivo. Tema 10. FCCAFD. Universidad de Granada.
-Weinberg, R.S. y Gould, D. (1996). Fundamentos de Psicología del Deporte y el Ejercicio Físico. Barcelona: Ariel Psicología.