lunes, 9 de diciembre de 2013

El Entorno de los Deportistas. La Ansiedad

Test de Ansiedad de Martens  (CSAI-2)


Entendemos ansiedad como un estado emocional negativo que implica sensaciones de nerviosismo, preocupación, agobio o aprensión y se relaciona con la activación y el Arousal. Es por tanto, una conducta no deseada. 

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Referido a este texto me centraré en la ansiedad somática y cognitiva que son las que mide el test de Martens, además de la autoconfianza.

La ansiedad somática consiste en la manifestación de la ansiedad, sobretodo a nivel fisiológico. Mientras la ansiedad cognitiva es más bien psicológica; actúa sobre los elementos del pensamiento.

Habitualmente se presentan conjuntamente, en ocasiones especiales, como los deportistas entrenados, con el tiempo consiguen controlar las manifestaciones somáticas, pero, sin embargo, la ansiedad no se consigue eliminar. Las manifestaciones cognitivas de la ansiedad siguen latentes.

Respecto a la autoconfianza diré que es el convencimiento íntimo de que uno es capaz de realizar con éxito una determinada tarea o misión, o bien elegir la mejor alternativa cuando se presenta un problema, es decir tomar la mejor decisión. Es confiar en que, en general, uno va a salir airoso de una situación, por difícil que parezca; siempre que nos refiramos a situaciones que caigan dentro de la normalidad, y no a situaciones excepcionales en las cuales no se tiene ningún manejo, lo cual sería en realidad imprudencia o temeridad. 

Por otro lado, la autoconfianza, que es el tercer aspecto que evalúa el test, tiene varias dimensiones o aspectos que deben considerarse. Uno de ellos, muy relacionado con algunas de las frases del test CSAI-2, es la capacidad de actuar con independencia del juicio de los demás, es decir tener fe en que aunque los demás no estén de acuerdo o incluso se opongan, seguir adelante con el proyecto elegido.

El deportista debe indicar CÓMO SE SIENTE AHORA MISMO, sin dedicar mucho tiempo a pensar las repuestas. No existen respuestas buenas ni malas, tan sólo debe marcar la situación que mejor describa su situación presente.

Al igual que ocurre con la motivación, la falta de confianza lleva inevitablemente a un bajo rendimiento pero en determinadas circunstancias un exceso de autoconfianza también puede ser perjudicial. Por tanto el objetivo debe ser tener los niveles adecuados de autoconfianza de tal forma que movilice todos los recursos técnicos y psicológicos de los que dispone el jugador. Cuando la autoconfianza no presenta un nivel óptimo (por exceso o por defecto) el jugador no pone en juego todas sus habilidades.