Esta Romería de traída de 2016 la recordaré por haber podido ver cómo se vive de cerca, siendo espectador de muchos momentos que antes no había podido vivir.
Además de la visita al Santuario he vivido más de cerca la recogida en el Arroyo Hondo y la entrada en Pozoblanco hasta el Ayuntamiento y Santa Catalina, disfrutando cada vez que veía a un niño esperando el paso de la Virgen con su hornazo en las manos y las caras de muchas personas, más de las que imaginaba, casi llorando debido a la emoción del momento, la ofrenda floral y de hornazos en el Ayuntamiento, los "Vivas" a la Virgen y a su niño.
El acto de pasar revista a los hermanos cofrades previo a la procesión del lunes en presencia de los sacerdotes y algunos de los concejales/as de la corporación. Mucha pólvora y ruido en honor a la Alcaldesa Perpetua de Pozoblanco, calles engalanadas y mucha expectación, y una misa con la Iglesia repleta de gente.
Lo más desconocido para mí: los abrazos y las felicitaciones en la calle Santa Ana frente a la sede de la cofradía de todos los hermanos de la Virgen con el capellán, el pregonero y todos sus compañeros. Un abrazo y un disparo al aire por cada uno de ellos, repetido en varias ocasiones, para acabar con el trabajo bien hecho durante el fin de semana; pólvora, cartuchos y papelillos por todos lados hasta la última descarga de la retaguardia.
Ha sido un año en el que 2 hermanos han alcanzado los 50 años como cofrades y donde Alfonso, un nuevo hermano, ha jurado bandera y, otro año más, he podido gastar un cartucho gracias a Jose Manuel.
Ha sido un año en el que 2 hermanos han alcanzado los 50 años como cofrades y donde Alfonso, un nuevo hermano, ha jurado bandera y, otro año más, he podido gastar un cartucho gracias a Jose Manuel.
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Viva la Virgen de Luna