martes, 18 de abril de 2017

Driving on the left side



No se si lo sabéis o no pero en Irlanda se conduce por la izquierda y el conductor tiene el volante en la derecha del vehículo. Por eso, si vas por primera vez a la parada del autobús ten en cuenta que van en sentido contrario al habitual y que debes esperar en el otro lado de la calle, los coches vienen por tu derecha cuando estás esperando en la parada. Igual ocurre con los trenes, cosa que es importante saber para no irte al lado opuesto de la vía y viajar en la dirección contraria.


Saltarse un semáforo para peatones es habitual en Cork y cruzar por medio de una calle también, pero si acabas de llegar es mejor que mires bien a los dos lados porque el peligro viene primero por tu derecha y luego por tu izquierda y puede ser que te lleves un sustito.


Una sensación bastante rara es la de sentarse en el asiento del copiloto en un coche y sentir que falta algo, que el volante no está donde debería y que no hay pedales de acelerador, freno y embrague para tus pies. Eso sí, la palanca de cambios tiene las marchas en el mismo orden que en España. En general los conductores irlandeses son bastante respetuosos y pacientes, tan sólo esgrimen un leve ¡ouch! cuando se topan con algún atasco y respetan a los peatones, que ya es decir.

Cuando toca ser el conductor pasa lo siguiente: lo primero es que intentas subirte al coche por la puerta equivocada, lo segundo es intentar coger el cinturón de seguridad de tu hombro izquierdo y lo tercero es que intentas cambiar de marcha con la mano derecha y te topas con la puerta del coche. Sin duda, todo el mundo piensa que lo peor es conducir por la izquierda pero para mi lo más complicado es cambiar las marchas con la mano izquierda, al fin y al cabo nada más llevar unos minutos en carretera ya te vas acostumbrando a coger las rotondas al revés, tener los desvíos a tu izquierda, no conducir por el carril de la derecha en autovías con varios carriles, etc., etc.

Por tanto, una cosa menos por hacer en la vida.