Hoy no, por ser la primera vez, pero en futuras ocasiones intentaré grabar un selfie-video explicando mis sensaciones sobre el Pleno una vez finalizado, por eso de la transparencia.
Hoy os diré que ayer (26 de octubre de 2015) fue un día feliz, de orgullo y alegría por poder formar parte de esas 17 personas que en Pozoblanco tenemos el privilegio de poder representar al resto e influir directamente con nuestras decisiones en el devenir de nuestro pueblo.
Pero a lo que iba, mi pleno comenzó comprobando que a pesar de la vistosidad de los sillones en los que se sientan (nos sentamos) los concejales, son demasiado anchos para el espacio que hay entre concejal y concejal. Girar un pelín la silla supone chocar con la de tu compañero/a. Si algún día hay una emergencia y tenemos que salir corriendo será más efectivo saltar hacia adelante. A pesar de lo bonitas que quedan las fotos desde fuera, el lugar en el que estamos sentados tiene un estudio de ergonomía bastante escaso, ya que la mesa de escritura está demasiado baja con respecto a la silla (promoviendo la hipercifosis), eso sí, la silla es regulable pero si la bajas casi no ves a los de enfrente. Tenemos un reposapies inclinado para estar más cómodos pero si quieres estirar las piernas tienes que pegar la silla a la pared de detrás y de nuevo, no ves a los compañeros de tu lado del hemiciclo. Además, a todos os habrá pasado en alguna reunión familiar eso de que vas a sentarte y te toca justo donde está la pata de la mesa, pues la escuadra que sujeta la mesa de escritura está justo donde va mi rodilla.
Nos sentamos y nos levantamos 2 veces nada más pero, el tetris comienza cuando el primero en levantarse no sabe si apartar el asiento o apartarse él para dejar pasar al resto. Lo dicho, el lugar de reunión es muy vistoso pero de ergonomía mejor no hablar.
Por otro lado puedo decir que, al igual que para el común de los mortales, el pleno puede ser muy aburrido para un concejal según qué puntos se traten y eso hace que haya que contenerse de vez en cuando para no emitir algún que otro bostezo, por ello cualquier anécdota irrelevante puede suponer risas de más e incluso carcajadas. Eso sí, hay momentos en los que cambiar la cara seria por alguna media sonrisa viene bien.
También es aconsejable ir al servicio antes de comenzar la sesión, porque delante nuestra tenemos 2 pequeñas botellas de agua que como te pille con la boca un poco seca puede ser que duren un asalto y posteriormente tengas que comenzar a arrepentirte de habértelas bebido.
Además y en plano más político, me he dado cuenta que es muy común justificar cosas que son obvias y reiterativas o hacer una exposición explicando qué voy a decir y después decirlo, es decir, una autopresentación. Que es muy didáctico pero visto que San Juan baja el dedo al sonar el reloj del Ayuntamiento a las 0:00 horas exactas, ni un minuto más, sería bueno obviarlo.
Me he percatado que se recuerda el pasado de unas y otras formaciones políticas en función de los intereses puntuales. Unas veces se quiere recordar lo bien que lo hicieron los nuestros y otras no nos gusta que se nos recuerde nada del pasado. La vida misma.
También me he dado cuenta que cualquier comentario, por insignificante que sea, puede tener para otra persona (normalmente ya de vuelta) una importancia insospechada según quien lo diga.
Para terminar decir que tener a la derecha a un Alcalde de Pozoblanco con más tablas, conocimientos y experiencia que cualquier otro concejal/a de la corporación, como es Benito, me va a hacer ir aprendiendo a pasos agigantados en cada pleno.
