sábado, 23 de noviembre de 2013

La Gestión de la Diversidad Cultural en la Escuela

"LOS SÍMBOLOS RELIGIOSOS: EL CASO DE VELO MUSULMÁN"

Fotografía extraída de mediadoresinterculturales.blogspot.com.es

1.-INTRODUCCIÓN

En este artículo se trata el tema que tanta polémica ha suscitado en los últimos años, que no es otro que el debate sobre el uso del velo islámico en los centros escolares.

El “hiyab” y su problemática por el uso en la escuela por parte de las niñas musulmanas es un tema muy atrayente y que a menudo aparece en la prensa provocando una gran expectación en la sociedad y en la esfera política. Es por esto que considero relevante dedicar este escrito al tema del uso de los símbolos religiosos en la escuela y en concreto del velo o pañuelo islámico, el “hiyab”; tratando el tema desde diferentes puntos de vista.

2.-EL ISLAM EN EUROPA: LA REPÚBLICA FRANCESA.

Como comenta Afshar (2008), recientemente ha aparecido la “Islamofobia” en la población europea, que no es otra cosa que una hostilidad infundada hacia el Islam que viene provocada por el miedo y la aversión hacia todos o la gran mayoría de los musulmanes. En parte, esto se debe a que al referirnos al islamismo a través de los “mass media” o de diversos materiales informativos este es identificado como una amenaza sin dar explicación o justificación alguna.

En la última década el fenómeno migratorio musulmán nos ha hecho sobresaltarnos sobremanera, pero es más por las noticias y las claras reacciones racistas externas que por el número real de inmigrantes existentes (Antón, 2005).

Es a partir de ahora cuando los problemas derivados del conflicto entre inmigrantes musulmanes y los europeos residentes no musulmanes se complican. Además, estos son difíciles de solucionar debido a la escasa o nula representación de este colectivo de unos 12 millones de personas en la vida pública europea. Ya que…:

…ocurre que al no estar inscrita en el islam la cuestión de la autoridad en la lógica institucional, sus demandas e intentos se orientan a inventar una instancia que sea capaz de representarlo (Dassetto 2003: 1).

Normalmente el mundo musulmán considera que su representante es el líder religioso del distrito o zona, con lo cual es una cultura en la que la fe y la política van de la mano, cosa que puede acarrear algunos conflictos en un mundo laico hacia el que avanzamos en la actualidad.

Por lo tanto, según Dassetto (2003), la gestión y el liderazgo del islam en Europa es aún un reto, que en un primer momento llevaron a cabo los inmigrantes y refugiados políticos de la primera oleada a la que más tarde se han ido sumando jóvenes con una gran conciencia de su pertenencia islámica. Pero el problema es que la formación para ser un verdadero dirigente islámico en Europa aun no tiene un perfil definido en las Universidades del territorio europeo.

Pero todo esto no tendría especial relevancia si no fuese por el famoso informe francés y por la ley francesa para la laicidad en las escuelas aprobada el 15 de marzo de 2004. El informe Stasi hizo que se reavivará el debate sobre la expresión de la opresión islámica femenina a través del “hiyab” (Pardo, 2005). En él se acusa de que la laicidad en Francia estaba asediada por el ascenso del islamismo a través de grupos integristas organizados y la esfera política se ha arriesgado a una extensión de la discriminación hacia la población musulmana (Gresh, 2005), todo esto salpicado de una sensación de nula integración de los inmigrantes musulmanes que se puede ver en barrios enteros en los que las leyes de la republica francesa no se ejecutan, sino que aún se rigen por la doctrina islámica (Antón, 2005).

Además, como comentó Gresh (2005), el centrarse en la prohibición del foulard tan sólo en la escuela ha provocado que pierda sentido el todo lo demás del informe mencionado, ya que si hubiera que implantar una ley sería bueno no acotarlo en exceso, sino extenderlo a la esfera de lo laboral también. Pero no es sólo este el problema, esto ha tenido una consecuencia inmediata, la de pasar de ser una costumbre y un marcador religioso más, a ser un elemento emblemático de identidad de los pueblos árabes; por lo que a partir del momento de la prohibición, atacar al velo supuso un ataque al Islam y a cualquiera que tenga y comparta la identidad árabe aunque no sea musulmana (San Román, 2006).

A todo esto le acompaña la libre y novedosa forma de interpretar el Corán en referencia a la libertad de las mujeres, que para poder vivir la vida pública han tenido que usar prendas con las que no destaquen ni sean vistas como objeto sexual. Esto será explicado en el siguiente apartado, una vez que hayamos visto el significado del uso de estas prendas.

3.- SIGNIFICADO DEL USO DEL HIYAB.

En este apartado desarrollaremos tres temas que harán esclarecer un poco más el porqué de haber llegado a la situación de conflicto actual sobre la utilización o no del velo en las aulas.

Daremos una escueta visión de las diferentes prendas usadas por las mujeres en la cultura árabe y musulmana con las que la mujer trata de no llamar la atención de los hombres. Nos centraremos en los diferentes significados que puede tener el velo o hiyab y finalmente veremos la visión feminista de todo este entramado ideológico.

Cuadro 1. LAS PRENDAS TRADICIONALES DE LA MUJER MUSULMANA. 


Fuente: Diario El País del viernes 25 de enero de 2008, página 35. 

La primera prenda y la responsable del debate de este ensayo, es el “hiyab”, un velo característico de muchas mujeres musulmanas que deja libre la cara y muchas mujeres lo llevan como un signo de identidad. El “burka” oculta completamente el cuerpo dejando una pequeña apertura con una rejilla de tela en los ojos para poder ver y no ser vista. Además las manos también van cubiertas. El “niqab” es una prenda que cubre hasta las rodillas y solo deja libres los ojos, combinándose con otro velo para los ojos. La “shayla” es un pañuelo largo y rectangular que se coloca alrededor de la cabeza que es usado en la zona del golfo Pérsico. El “chador” lo usan las mujeres iraníes para salir de casa. Al igual que el “burka” cubre todo el cuerpo pero dejando libre la cara. Puede combinarse con un pañuelo en la cabeza.

Prendas como el “chador”, el “niqab” o el “burka” ocultan buena parte del cuerpo y casi al completo la cara de la mujer, teniendo unas connotaciones más segregadoras, mientras que la “shayla” o el “hiyab” son pañuelos más reducidos que cubren solamente la cabeza y parte de los hombros. Esta es una diferencia importante a la hora de apreciar el significado que puede ocultar el uso del “hiyab” por parte de la mujer musulmana.

Diversos autores nos dicen cual es el significado del uso del velo en las mujeres de la cultura musulmana. 

Dassetto (2003) lo entiende desde dos puntos de vista; como un objeto cultural sin importancia a la vez que lo ve como un símbolo de afirmación de la identidad un tanto agresivo.

Antón (2005) nos dice que existen diferentes tipos de velos, como hemos podido ver anteriormente, y que no todos significan lo mismo. Sobre el “hiyab” nos comenta que su función es la de ganar el espacio público por parte de la mujer, cosa con la que estoy totalmente de acuerdo. Esto se opondría a las posiciones más patriarcales y conservadoras del mundo musulmán, sirviendo para lo contrario de lo que se suele acusar por parte de las esferas feministas más radicales, el símbolo de imposición masculina. 

San Román (2006) determina que son dos los significados del velo; el que lo considera una imposición masculina y el que lo ve como una simple marca religiosa del Islam. (de estas dos ninguna sería permitida en las aulas de una escuela laica)

Sin embargo es Pardo (2005) quien hace el análisis más completo de todos los autores consultados diciendo que…:

…existen tres tipos de mujeres con velo: las que lo llevan obligadas sin saber por qué, las que lo llevan por costumbre y las que lo llevan libremente porque así lo han elegido. (Bottom, Puigvert y Taleb 2003, citado por Pardo 2005: 8).

En esta diferenciación podemos debatir sobre la segunda opción, ya que la primera se debe condenar y la tercera debe ser permitida. Esta segunda opción puede verse como una costumbre arraigada en una cultura muy antigua y no necesariamente tener que ser condenada, al igual que ocurre en muchas otras costumbres de culturas y religiones diferentes, o considerarla como una costumbre impuesta por el carácter machista del Islam, en el que la mujer nunca había tenido ni voz ni voto.

Respecto a las mujeres del ámbito de la protesta feminista hay que decir que lo componen, en muchas ocasiones, mujeres excluidas hasta la fecha, mujeres procedentes de culturas no occidentales y migrantes que hace poco eran consideradas sumisas y defensoras de opiniones patriarcales no validas desde el punto de vista del feminismo tradicional. Es por esto que habría que ver qué es lo que realmente defienden y porqué, ya que ellas ven el velo como la marca más sangrante de la sumisión y el silencio en las contiendas pública y política de la mujer musulmana, pero la lucha contra el velo se debe hacer sabiendo qué significado tiene en cada uno de los casos, porque es cierto que muchas mujeres y jóvenes se ven obligadas a llevar el “hiyab” por presiones sociales o familiares, pero es contra esta imposición contra la que se debe luchar y no contra el uso del velo en sí mismo (Pardo, 2005).

También deberían tener en cuenta que para muchas de las mujeres musulmanas el velo es una muestra de sumisión a su Dios y no a los hombres, y que además el “hiyab” supone en parte, una liberación, ya que permite a la mujer participar en la vida social y publica de su comunidad (Pardo, 2005).

Finalmente queda decir que cuando se elige un determinado tipo de vestimenta, hay ocasiones en las que podemos no ser aceptados; por ejemplo en una entrevista de trabajo, y no por ello se debe poner el grito en el cielo y protestar, ya que los entrevistadores piden además de unos conocimientos, una imagen que esté acorde con tal ente. Con esto me refiero a que una mujer que acuda a una entrevista de trabajo con un “hiyab” y sea rechazada, tiene que tener en cuenta que a lo mejor en esa empresa no quieren tener ningún tipo de debate sobre cuestiones religiosas y de este modo lo evitan, sin más.

4.- EL DEBATE DEL VELO EN EL AULA.

Ahora nos centraremos en el debate del velo en las aulas, el verdaderamente importante para los futuros profesores de los institutos españoles.

Pero antes hay que decir que, en las aulas, los docentes se sienten cada vez más desconcertados por las nuevas reivindicaciones, ya que el trabajo en la multiculturalidad día a día resulta muy duro y si a esto le sumamos los problemas propios de la adolescencia el problema se agrava aún más (Dassetto, 2003). Cómo podemos solucionar este desconcierto es una cuestión que sale a la luz ahora y serán los nuevos planes de estudios universitarios los que debieran solucionarlos, dando una mayor formación con más calidad.

Casos como los de Fatima Elidrisi y Najwa Malha en Madrid o el de Shaima en Gerona han hecho que despierte el debate sobre el velo y la utilización de los símbolos religiosos en la escuela pública española.

En mi opinión y basándome en el principio de que debe existir una escuela multicultural, creo que no debería existir tal debate en los centros educativos. Ya que su uso en las escuelas se ha convertido en un símbolo de identidad islámica a partir de su prohibición, que se debía principalmente a que estaba creando una inquietud fundamentalista religiosa (San Román, 2006).

Pero, si tenemos en cuenta que España es y ha sido el país católico por excelencia, es normal que mostrar símbolos procedentes de otras religiones puede crear algo de controversia. Porque, ¿qué hubiera ocurrido si el velo que usan las personas mayores de religión católica lo usasen también las niñas?, ¿habría algún tipo de debate? Como dice Antón (2005), si el problema es la muestra de símbolos religiosos, cómo permitimos que se llenen calles, hospitales y colegios de portales de Belén o que se retrasmita por televisión una misa católica. Habría que convenir que la crítica se pueda hacer cuando se parta de unas condiciones de simetría cultural con posibilidades equivalentes de expresión y respeto. Y es que el hecho religioso es evidente que forma parte de la cultura, y en las aulas se trabaja cada día más el aspecto cultural; por lo tanto; ¿las prácticas religiosas deben quedar fuera de la educación pública?, ¿se debe mantener una escuela laica y sin símbolos religiosos?

Pues en mi opinión, al ser la escuela una muestra de la cultura existente en la sociedad, las muestras religiosas deben seguir existiendo pero siempre que sea de forma moderada, evitando rivalidades, enfrentamientos o situaciones de conflicto.

En los casos de las niñas que han sido el centro de la polémica en España hay que decir que en uno de ellos, el de Fátima, el conflicto apareció porque el colegio era concertado y tenía un carácter católico y no permitían mostrar símbolos externos a la religión católica. Pero es aquí cuando nos damos cuenta de que los centros concertados, que deben comportarse como centros públicos al estar subvencionados por la administración pública, están más cerca de la gestión privada que de la pública. 

Cuadro 2. NAJWA MALHA EN EL PATIO DE SU CENTRO. 


Fuente: Diario El País del viernes 16 de abril de 2010, página 36. 

Este fue el caso de la primera polémica por el uso del velo en España en 2002 en el que no se le permitió llevar el velo en el centro y tras su cambio de centro a uno público tampoco se le permitió por creer la directora que era un símbolo de sumisión de las mujeres. Cosa que como se trató en el anterior apartado no es así en todas las ocasiones.

5.-CONCLUSIONES.

Finalmente debemos hacer una síntesis de los temas de mayor relevancia para esclarecer qué necesitamos a hacer y cómo deberíamos considerar, a mi modo de ver, este debate absurdo que se ha creado.

Pienso que el conflicto tiene más connotaciones de interés político y religioso que educativo. Ya que, qué influencia puede tener sobre la educación de una persona que su compañero/a lleve puesta una prenda de ropa u otra, o si lo pensamos desde el punto de vista de la persona que porta la prenda, ¿va a perjudicar su aprendizaje de las sumas o las restas, o incluso a sus relaciones sociales con sus compañeros de clase? Yo creo que no, porque ahí es donde entra la figura del profesor, que debe hacer ver a los alumnos que la diversidad es riqueza y qué tener la oportunidad de tener amigos de diferentes culturas es un lujo que en muchas de las ocasiones hasta la fecha, no hemos sabido aprovechar.

Pero tenemos que tener en cuenta que muchos profesores no tienen la formación necesaria sobre multiculturalidad para tratar los temas culturales en las aulas y como mencionaba San Román (2006) se espera que los nuevos grados de Bolonia sirvan para la formación de especialistas que puedan intervenir en la dilucidación de los problemas derivados del debate sobre el uso o no de símbolos religiosos y culturales.

Para mí, y siguiendo a San Román (2006), el velo no pasa de ser un marcador religioso dentro de una tradición cultural muy antigua en la que llevar un velo se reducía a un simple elemento de la vestimenta femenina.

En España existe el derecho a la libertad religiosa y el Estado está declarado como laico y es simplemente por esto por lo que este debate debería haberse zanjado desde el principio. Pero al no haber sido así y haber dejado libertad a los centros para su resolución, se ha dejado a la elección de los profesores que gestionan el centro tal decisión. Si yo tuviera que haber intervenido en alguno de esos debates, hubiera dejado que cada uno mostrase sus símbolos culturales libremente con excepciones que nada tienen que ver con la simbología religiosa. Como que en las clases de Educación Física esa alumna debería estar sin el velo por cuestiones de higiene y apurando la situación, incluso dejaría que llevase el velo durante la clase siempre que al finalizar se lo cambiara por otro. De igual manera, el alumnado restante se cambiaría la camiseta para mantener, de alguna manera, la higiene en las demás clases.

6.-REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

-Abella C.M. (2007). La aparición de los discursos sobre el multiculturalismo en España: el debate del velo en la prensa escrita. Athenea Digital, 11, 83-103.
-Afshar H. (2008). Can I see your hair? Choice, agency and attitudes: the dilemma of faith and feminism for Muslim women who cover. Ethnic and Racial Studies, 31:2, 411-427.
-Álvarez I. (2005). Islam y laicismo en Francia. La Laïcité republicana y el conflicto del hiyab. Mugak, 26.
-Antón Valero J. A. (2005). La discusión sobre el velo y la capacidad de la escuela para el debate cultural. Mugak, 26.
-Cembrero I. (2010). Najwa, fuera de clase en Pozuelo por cubrirse la cabeza con ‘hiyab’. El País, 18 de abril de 2010, pg. 36.
-Dassetto F. (2003). Debates sobre la gestión del islam en Europa. Sociedad y cultura. Diálogo cultural. Instituto Europeo del Mediterráneo -IEMed- y Fundación CIDOB. Universidad Católica de Louvain.
-Ferrer I. (2008). Holanda prohibirá el ‘burka’ en escuelas y centros oficiales. El País, 25 de enero de 2008, pg. 35.
-Gresh A. (2005). "Grandeza de principios" y "bajeza de prácticas". La falsa imagen de la comisión Stasi. Mugak, 26.
-Llorent Bedmar V. (2009). Utilización de signos religiosos en los centros escolares de Alemania y Reino Unido: el velo islámico. Educación XX1, 12, 97-121. Universidad Nacional de Educación a Distancia.
-Pardo M. (2005). Feminismo, Islam y occidente. La polémica del velo. Actas del primer congreso del foro de investigadores sobre el mundo árabe y musulmán (FIMAM) Bellaterra-Barcelona.
-San Román T. (2006). El velo, el Rolex y la Antropología. Perifèria, 4.

..............................................................................
*EL PRESENTE TRABAJO SE ENMARCA DENTRO DE LA ASIGNATURA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD Y MULTICULTURALIDAD DEL MASTER UNIVERSITARIO EN PROFESORADO DE ENSEÑANZA SECUNDARIA OBLIGATORIA, COMO TRABAJO FINAL DE LA ASIGNATURA (Año 2011). 

**EL INFORME DE LA COMISIÓN STASI VERSA SOBRE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE LAICIDAD EN LA REPÚBLICA FRANCESA. EL INFORME, A INICIATIVA DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA, FUE ELABORADO POR UNA COMISIÓN DE 20 EXPERTOS PRESIDIDA POR BERNARD STASI, MEDIADOR DE LA REPÚBLICA (UN CARGO SIMILAR AL DEL DEFENSOR DEL PUEBLO) Y FUE PRESENTADO EL 11 DE DICIEMBRE DE 2003, A J. CHIRAC, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.