jueves, 24 de noviembre de 2011

El ejercicio moderado pero constante es clave

Hacer ejercicio es una de las actividades más saludables y beneficiosas que ayudan a mantener un buen estado de salud. Mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular y respiratorio, aumenta la circulación cerebral, fortalece el sistema osteomuscular y la capacidad física, al mismo tiempo que permite liberar endorfinas -sustancias que brindan sensación de paz y bienestar-, mejorando el estado de ánimo.

Cuando se es hipertenso, una de las recomendaciones principales de los médicos es que el paciente debe realizar algún tipo de entrenamiento físico, debido a que esto mejora la función del tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos, el endotelio-, dilatando las arterias y disminuyendo la presión arterial sistólica y diastólica.
“Cuando las vías se ensanchan, la sangre corre con más facilidad y fluidez. Además, la actividad física reduce los niveles de triglicéridos y colesterol, disminuyendo favorablemente la presencia de lípidos en el torrente sanguíneo”, explicó la internista y miembro de la Sociedad Venezolana de Medicina Interna, María Inés Marulanda.
Los ejercicios aeróbicos son los más recomendados por la especialista a pacientes hipertensos, ya que transportan a los órganos y tejidos el oxígeno presente en la sangre y son de baja o moderada intensidad, lo que los hace ideales para personas de la tercera edad. Caminar, trotar, manejar bicicleta y nadar son algunos de los más convenientes.
La hipertensión es una enfermedad que se manifiesta con los años y, en
Venezuela, al llegar a la tercera edad una de cada tres personas la padece. La doctora Marulanda advirtió que quienes no están acostumbrados a realizar actividad física y deciden comenzar a hacer ejercicios, deben iniciarse de forma progresiva. “Pueden comenzar usando las escaleras en lugar del ascensor, dejar el carro al final del estacionamiento y llegar caminado al trabajo o centro comercial, también con caminatas de 5 a 10 minutos al día, para luego aumentarlas progresivamente a 30, 45 y 60 minutos diarios, mínimo cinco días a la semana”.
Advirtió que para mantener un estilo de vida saludable el ejercicio físico se debe combinar con cambios en la alimentación: disminuir las calorías totales diarias, consumir menos harinas y grasas saturadas, aumentar el consumo de cereales, frutas, verduras, vegetales y granos; reducir el consumo de sal y de bebidas  alcohólicas, así como los niveles de estrés y eliminar el cigarrillo.

Cómo medir el pulso o Frecuencia Cardíaca (FC)
Para medir el pulso en la muñeca, coloque los dedos índice y medio sobre la parte anterior de la misma. Presione firmemente y cuente los latidos durante un minuto. Si se va a determinar la frecuencia cardíaca en reposo, debe haber estado en descanso por lo menos durante 10 minutos.
La frecuencia cardíaca en reposo consistentemente alta –taquicardia- o por debajo de los valores normales –bradicardia- puede ser indicio de algún problema médico y debe consultarlo con un especialista.

Valores normales en reposo
Recién nacidos: de 100 a 160 latidos por minuto.
Niños de 1 a 10 años: de 70 a 120 latidos por minuto.
Niños de más de 10 años y adultos: de 60 a 100 latidos por minuto.

Tratamiento para toda la vida
El cardiólogo del hospital Domingo Luciani, Rusvel Gómez, advirtió que los pacientes con presión arterial alta deben mantener el tratamiento de por vida, debido a que la hipertensión es una enfermedad progresiva crónica, que deteriora la estructura vascular de diferentes órganos. Además, indicó que detener la terapia podría ocasionar un elevación súbita de la presión, pudiendo causar accidentes cerebrovasculares.
El galeno recomendó el uso de la terapia combinada de amlodipina con atorvastatina para controlar la hipertensión, debido a que la acción conjunta de estos fármacos reduce de forma eficaz la presión arterial, los fenómenos de oxidación, la ateroesclerosis en el endotelio vascular y los niveles de colesterol malo en sangre. Además, por ser una receta sencilla que ofrece dos medicamentos en uno se le facilita al paciente la adherencia al tratamiento, punto de gran importancia cuando se trata de enfermedades crónicas.
Asimismo, destacó que los pacientes en ningún momento deben auto medicarse porque las enfermedades se comportan de forma diferente en cada persona, dependiendo del sexo, grupo racial y etario y si se tienen otros factores de riesgo como tabaquismo, obesidad o sedentarismo.